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Puente sorpresa en Budapest

Las instrucciones fueron :

“Has de estar a las 8 en el aeropuerto, con maleta de mano, ropa de abrigo, bañador y toalla”

Y allí estaba yo un 5 de diciembre, esperando a mis amigas a las que conocí hace 19 años en un viaje a Egipto, a punto de celebrar mi 50 cumpleaños con un poco de retraso.

Como no querían decir nada sobre el viaje, que haremos, que veremos, etc., Se idearon una especie de juego en la que mezclaron vivencias de otros viajes pasados aplicados a este, y con unas pistas escritas en unos tarjetones, tenía que ir adivinando cual era la ruta a seguir.   Todo un misterio….

La primera pista fue adivinar la ciudad de destino,  con nombre compuesto y la primera parte del nombre nos traían buenos recuerdos.

Fue fácil, Buda nuestros viajes por Asia siempre han sido memorables y la segunda parte solo podía ser Pest.

Tras un vuelo relativamente corto, a veces hablamos de Praga, Budapest, etc como que están lejos y realmente en menos de 3 horas estás en el destino, en este caso Budapest, del aeropuerto al centro de la ciudad en poco mas de media hora has llegado en taxi.

Nos alojamos en un apartamento en el mismo centro de la ciudad, a dos calles del Parlamento y en dirección contraria a dos calles teníamos la plaza de San Esteban.

Los mercadillos de navidad ya estaban instalados por una cuantas plazas de la ciudad, con puestos de comida y bebida en todos ellos, y paradas de artesanía en algunos habían mas que en otros, de esta manera estas obligado a recorrerlos todos.

Empezamos a recorrer la ciudad, y empezamos por Buda, cruzamos el famoso Puente de las Cadenas, fue el primer enlace permanente entre Buda y Pest y como curiosidad es que la aristocracia tenia que pagar peaje para cruzarlo igual que todo el mundo.

Para subir al distrito del castillo teníamos dos opciones ir a pie o subir al Sikló un funicular que data del 1870 y sigue en activo, subir a pie no lleva mas de 15 minutos.

En la colina del Castillo, declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, se encuentran los monumentos y museos medievales mas importantes de Budapest, además de las mejores vistas.

Entre Palacio Real, Galería Nacional, Iglesia de Matías y 25 museos mas, no hay que perderse el Bastión de los Pescadores un mirador desde donde se tienen las mejores vistas de la ciudad de Pest.

Y muy cerca de ahí se encuentra un pequeño café el Ruszwurm Cukraszda de 1827 y si se tiene paciencia y conseguir sitio, os aseguro que cualquier tarta que pidáis no os defraudará .Según algunas guias dicen que era el preferido de la emperatriz Sissi, me parece que no será el único con esa propaganda.

Bajando por los jardines del Palacio Real, un poco complicado encontrar la salida de noche, y siguiendo por la orilla del Danubio,  nos encontramos con los baños Rudas, que son los baños mas turcos de la ciudad, y después de una larga reforma la zona antigua ya está de nuevo abierta al público, pero cuidado!!! Según el día o horas los baños son para hombres o para mujeres o mixto, y mixto son los sábados noche de 22 a 4 horas, si si hasta las 4 de la mañana.

Un poco más adelante se encuentra el hotel Gellert, y en la planta baja de este imponente edificio están los baños Gellert, que se hicieron famosos en nuestro país por un anuncio de cuerpos danone, gente guapa alrededor de una piscina cubierta con arcadas y columnas a dos pisos. Se puede entrar a  recepción y pasear por la planta y ver la famosa piscina, aunque no vayas a tomar los baños. Aquí a las 7 cierran.

De vuelta a Pest la calle Vatci Utka es la calle comercial para turistas de la ciudad, y te lleva a la plaza de Vorosmarty Ter, donde hay otro mercadillo navideño,  aquí hay mucha artesanía local.

A la mañana siguiente el día amaneció gris gris y una llovizna fina de esa que no sabes si ir con paraguas abierto o cerrado, que lo acabas abriendo porque de lo contrario te pones bien mojado.

Bajo la lluvia nos encaminamos a la zona mas “pija” de la ciudad la calle Andrassy es su arteria principal, edificios regios, hay que decir que en la segunda guerra mundial, Budapest quedó en ruinas en un 75%, pero hay que agradecer que la reconstrucción fuera muy fiel a lo que había sido hasta el momento. Asi, esta calle es un gran boulevard, estilo parisino, donde todas las marcas de ropa, complementos y demás necesidades de lujo se pueden encontrar aqui.

Aquí también se encuentra el edificio de la ópera, que es una copia de la ópera de París, pero esta es de un tamaño mas reducido, como la lluvia cada vez es mas persistente, y por casualidad teníamos delante el café Muvesz Kavehaz, vamos a calentarnos un poco, el local es un salto al pasado en el tiempo, años 20-30 grandes espejos enmarcados, cortinajes, mesas pequeñas, les gustan las mesas y sillas pequeñas. la selección de pasteles es difícil decidirse por sólo uno. Un buen sitio para pasar un rato relajado.

Otra de las sorpresas de mis amigas es una noche en la ópera, donde disfrutamos de La Boheme de Puccini , el teatro es pequeño pero está considerado como la tercera mejor sala de audición del mundo. La obra en italiano con subtitulos en húngaro. pero la escenografía es tan buena y los cantantes geniales que el hecho de no entenderlo todo queda relegado a un segundo plano.

Al terminar la ópera, pasamos por casa para cambio de ropa y pillar el bañador, es sábado noche y es cuando los baños Rudas están abiertos para el público mixto. Nos pegamos una buena caminata junto al río y bajo la lluvia, llegamos, compramos entradas, la zona de vestuarios muy moderno, hay cabinas individuales para cambiarse y  taquillas para dejar las pertenencias. Ya estamos listos, vamos a buscar la zona de baños turcos antiguos y restaurados y nos dicen que están cerrados, solo hay abierto una zona de una gran piscina con el agua tirando a fría y una zona nueva con una piscina con varias zonas de chorros de agua y nada más, como un spa de cualquier hotel de costa. Una gran decepción porque lo mínimo que tendrían que hacer cuando compras la entrada es avisar que el hammam está cerrado.

Último día y parece que también va a ser completito.

Empezamos con la visita guiada al Parlamento, como estamos a solo tres calles, llegamos con tiempo de sobras y frente al edificio tocando al río hay una escultura formada por zapatos viejos, dejados de cualquier manera, que representan el sufrimiento de los judíos durante la segunda guerra mundial. Aquí junto al río muchos de ellos fueron asesinados y tirados a sus aguas.

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