Japón Primer Contacto 1ª parte – Planificar un viaje de tres semanas a Japón tiene su trabajo, por suerte, hay una gran cantidad de herramientas disponibles en la red que te permiten planificarlo casi diría yo al minuto, y tras unos cuantos cambios de rutas, de ciudades, de días, etc., el viaje estaba todo cuadrado y programado.
Y el 6 de agosto de 2013 embarcamos en un vuelo de Aeroflot con destino Tokyo, via Moscú.
Aeroflot os preguntareis algunos, como es esa compañía ? Yo también me la hice, pero los aviones que cubren la ruta son airbus eso ya da cierta tranquilidad, sobre el servicio a bordo, leí críticas mas desfavorables que favorables, tipo, las azafatas no son simpáticas, los aviones no están muy limpios, la comida deja mucho que desear, y cosas por el estilo, a mi lo que me interesa es que la azafata haga su trabajo, y si el avión no está reluciente y la comida no es buena, ya comeré cuando llegue a destino, a estas alturas y con todos los vuelos hechos, estas carencias que resaltan en los foros no me importan mucho.
El vuelo BCN – SVO 4,5 horas de vuelo, salimos con retraso y al llegar a Moscú, el vuelo de Tokyo ya está embarcando, asi que corre, corre por el aeropuerto, y vuelo SVO – NRT 9,5 horas. Como curiosidad, la noche solo dura 3 horas, la ruta se hace sobrevolando toda Siberia.
Tengo que decir que Aeroflot nos sorprendió gratamente, el servicio correcto, la comida comestible, asientos con suficiente espacio para las piernas, y además es uno de los trayectos mas directos para ir a Japón. Tanto es así que cuando volvimos en diciembre de 2014 repetimos con ellos.
7 Agosto
Llegamos a las 11.30 hora local, los trámites de aduana son bastante rápidos, te “fichan” como en EEUU, y 4 preguntas tipo, primera vez en Japón, cuantos días van a estar, que van a visitar …
Cambio de dinero, 1€ son 126 Yens, para ir a Tokyo en tren hay la opción de ir en el Narita Express que para en Tokyo Station, o ir con la cia. Keisei que tiene la parada final en Ueno, y es justo donde tenemos el hotel.
Compramos el billete más barato 1.000 yens, el tren para en un montón de estaciones y tarda en llegar 80 minutos, llegamos a Ueno, y para llegar al hotel hay que atravesar el mercado de Ameyoko, es la hora de comer, hay muchos puestos de comida callejera, el calor es tirando a insoportable, denso, pegajoso, me río del bochorno de Barcelona!!! La impresión que me dio fue de estar en el escenario de la película de Blade Runner, solo le faltaba la lluvia…
El hotel un 3*, el que suelen usar los hombres de negocios, habitaciones pequeñas, pero muy limpio y funcional, que es de lo que se trata, en la tercera planta tienen lavadora y secadora, con monedas, una máquina de venta de bebidas y un microondas.
Una vez instalados, salimos a investigar por los alrededores, pero antes pasamos por la estación de tren de Ueno a validar los JR Pass y a reservar todos los trenes que necesitamos. Dicha operación nos lleva unos 40 minutos, y eso que llevaba una lista con todos los trenes, horarios y días que nos hacían falta, el inglés que dominan las trabajadoras de la estación es básico, muy básico o nulo, pero voluntad le ponen y mucha, y nos acabamos entendiendo perfectamente.
Ya que estamos en la estación y viendo que es de tamaño XXL, damos una vuelta para conocerla, pues será la que más usemos mientras estemos en Tokyo, y bueno, por mucho que cuente no se acerca a la realidad, es una mezcla de estación con centro comercial, hay de todo, restaurantes, tiendas de comida, de flores, agencia de viajes, tiendas de dulces, de comida para llevar, supermercado, cuando acabamos de flipar con la estación, salimos y continuamos por el mercado Ameyoko.
En la entrada que da a Ueno station, hay edificios de centros comerciales, seguido de edificios de Pachinko, de Karaokes, y restaurantes, muchos restaurantes y sitios para comer, cualquier rincón, esquina se aprovecha para poner aunque sean 4 mesas pequeñas, cuando se entra mas en el mercado, aparecen pescaderias, alguna de fruta y verdura, y ropa. bolsos, en medio de todo esto pasa el tren elevado, después descubrí que era la Yamanote Line. Pues bien, en los bajos de este paso hay unas galerías comerciales, con tiendas pequeñas, tipo complementos, relojes, algo de ropa.
Estamos cansados, hambrientos, descolocados, compramos algo de comida, bajo el riesgo que no sabes lo que compras, hay muchas empanadillas, bolas rellenas, pero de que?, todo en japonés, nada de nada en inglés, será una cena sorpresa. Para las bebidas no hay ningún problema hay maquinas de bebidas por todas partes, al menos de sed no moriremos, jajaja
8 Agosto
Tras una noche de adaptación al nuevo horario, son +8 horas que en casa, y un desayuno frugal , tren hacia Kamakura, cambio de tren en la estación de Shinagawa, otra de las grandes estaciones de Tokyo, mucho movimiento de gente para arriba, para abajo, es como un hormiguero jajaja.
Bajamos en la estación de Kita Kamakura que es la que nos deja mas cerca del templo Kencho-ji considerado el templo zen mas importante de la ciudad, en la actualidad es un monasterio en activo, se fundó en 1253 y sobre todo destaca el Butsuden, o la sala de Buda que fue traída pieza a pieza desde Kyoto, y un pequeño bosque de enebros que según el cartel tienen mas de 700 años!!
El Daibutsu o Gran Buda, es la atracción más conocida de Kamakura, data del 1252, tiene 11.4 metros de altura, es de bronce, y pesa unas 850 toneladas, antiguamente estaba en una sala, pero un tsunami se la llevó por delante y por eso ahora está al aire libre.
Para regresar somos más listos y cogemos un autobús que nos deja en la misma estación. Tren hasta Yokohama, en la estación nos informamos de como llegar hasta el Sea Bass, como su nombre indica es un bus marítimo, que cruza de una parte a otra de la ciudad por mar y te permite ver el skyline.
La verdad es que llegar hasta el punto de embarque es un poco complicado, has de entrar en unos grandes almacenes, subir a la tercera planta, y de ahí a través de unas pasarelas, apareces en el muelle.
Desembarcamos al final del trayecto en Yamashita Park, muy cerca de Chinatown, una de las principales atracciones de la ciudad, sus estrechas calles, las fachadas de los edificios y sobre todo sus restaurantes es un reclamo para los visitantes, aprovechamos para probar algo de la comida en sus puestos callejeros, unas empanadas por aquí, unos buñuelos rellenos por allá, una especie de rollitos de primavera nos mantienen hasta la hora de la cena, si te aprieta el hambre, siempre hay algún sitio donde se puede comer alguna cosa.