Agencia-de-Viajes-Mitox-Travel-Cabo-de-Gata

Escapadas al Cabo de Gata

Hace casi 25 años que conozco a mi amiga Anna,  y desde el principio siempre me contaba lo bien que se lo había pasado unas vacaciones en el Cabo de  Gata, y durante todos estos años, esa aventura suya ha salido en mas de una conversación.

Y así, llegue a la conclusión de que se tenía que conocer, y ver si es un lugar tan maravilloso, o simplemente el recuerdo de una buena experiencia que se magnifica con el paso del tiempo.

Aprovechando un puente de San Juan, ponemos dirección hacia el sur, si te pegas un buen madrugón, a la hora de comer solo faltaban unos 100 kilómetros para el destino. Hay autopista de pago hasta Sagunto, y el resto es todo autovía.

El paisaje seco se convierte casi sin darte cuenta en extensiones infinitas de plástico blanco, kilómetros y kilómetros de invernaderos, quien lo ve por primera vez le impacta, y luego cada uno decide si le gusta o no.

Pues este mar de plástico llega a los mismos límites del Parque Natural del Cabo de Gata, y el cambio de paisaje es radical, empiezan las montañas secas, sin arboles solo se ven rincones llenos de chumberas y matorrales secos me recuerda bastante a la isla de Lanzarote.

Nos alojamos en el Hotel los Palmitos, en el Pozo de los Frailes, es interior, junto a la carretera “principal” y a solo 5 kilómetros de la costa. El propietario se conoce la zona al dedillo, es como un gps andante, nos informa de los restaurantes, de como llegar a los sitios, a que playas llegas en coche, las que has de pagar para pasar, donde puedes aparcar, y cuanto tiempo tienes que andar hasta llegar a la playa, en que playas hace viento y en cuales no, y le preguntamos ¿ y que si hace viento? Pero parece ser que no es una brisa marinera, es viento viento del que te puede joder el día de playa, así que hacemos caso de la sabiduría del buen hombre y nos vamos a el Playazo de Rodalquilar, que está a 9 kms. y se llega en coche a la misma playa.

Y se nota que se llega en coche a la playa, son las 6 de la tarde y hay un movimiento de coches tremendo, en verano la cosa debe ser imposible.

Es playa de arena fina, a estas horas de la tarde se está despejando de bañistas, hay algún nudista entre medio de la gente, pero parece ser de lo mas normal, también los perros pasean a su aire y disfrutan de la playa.

De vuelta al hotel, nos vamos metiendo en los diferentes desvíos de la carretera para investigar hacia donde van, y en uno de ellos encontramos este mirador.

En 10 minutos ya has dado 2 vueltas completas al pueblo, hay 4 restaurantes uno de ellos el Restaurante la Ola, nos lo había recomendado el propietario del hotel. Reservamos para la noche, tienen una terraza exterior que da a un pequeño acantilado, la comida buena y el pescado fresco fresco, una buena recomendación.

Hoy nos acercamos primero a San Luis, es el barrio así les llaman por aquí, más grande, es un lugar de costa, con sus restaurantes, tiendas de souvenirs, mucho edificio de apartamentos, una playa bastante grande.

Pero nuestro interés de hoy es seguir descubriendo playas, y vamos a la de Monsul, se llega por camino de tierra pero bien conservado, parking también 4 euros, pero aquí la playa esta muy cerca, en esta playa se rodaron escenas de la última película de Indiana Jones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *